Las obras en bruto y evocativas del joven fotógrafo estadounidense Alex Currie parecen fragmentos de recuerdos. De hecho, nos lleva inflexiblemente a una atmósfera onírica y ambigua entre la realidad y la ficción. En esta serie titulada "Polychrome Summer", los colores, contrastes y elementos enigmáticos de las imágenes captan la atención de los espectadores. Estas fotografías cautivadoras y casi surrealistas tomadas durante sus últimos años de adolescencia son en realidad una mezcla entre sus observaciones personales del mundo y su estado de ánimo en ese momento.
