Kristina Varaksina fotografía a niños, adolescentes y modelos adultos. Todos ellos se convierten en el personaje principal en varios universos donde la ingenuidad infantil, la sensualidad, la emoción cruda y muchos detalles surrealistas nos cuentan historias. Porque esto es lo más esencial en las obras del artista; todas son narraciones gráficas encarnadas por modelos intrigantes y atmósferas únicas.
"Cuando te encuentras con una modelo por primera vez, y ella o él está en la misma página contigo y siente la historia de la manera en que la sientes, es lo mejor que puede suceder", dice ella.
Con sede en la ciudad de Nueva York, la fotógrafa rusa nos sigue desconcertando con sus diferentes series llenas de dulzura, audacia y un delicado "no se que" siempre poniendo al humano en el centro.
